Ahorrar es un concepto básico en finanzas personales, ya que representa un fondo de seguridad para momentos inesperados o esfuerzos mayores. Al ahorrar, puedes evitar endeudarte o usar tarjetas de crédito para afrontar emergencias.
Lo más importante: establece metas realistas de ahorro. Al diseñar tus objetivos debes considerar tu presupuesto actual y tus necesidades futuras.
Una forma útil para empezar es dividir tu dinero en diferentes categorías como:
- Ahorros Generales (el fondo de emergencia)
- Ahorro Fijo (ahorrar con regularidad)
- Inversiones (para crecer tu dinero).
Establece un porcentaje para cada categoría y prioriza tu asignación de haber según lo que consideres más importante en tu situación financiera.
También puedes recurrir al uso abreviado “Pagate a ti mismo”, donde la primera partida de tu presupuesto se destina siempre al ahora antes que nada Para lograrlo, aparta un porcentaje entre el 10% y el 20% del total de tus ingresos mensuales hacia cada una de las categorías anteriores. Al principio puede ser difícil acostumbrarse a esta regla financiera pero con el tiempo verás sus frutos.